Historia
El Instituto “Stma. Trinidad” de Baeza es uno de los Institutos más singulares de Andalucía, tanto por su larga tradición académica: es el heredero de la antigua Universidad fundada en el 1538, como por su emplazamiento: ocupa un edificio renacentista del siglo XVI en bastante buen estado de conservación.
Gracias a la iniciativa de Rodrigo Lopez y a la financiación de Pedro Fernández de Córdoba, se crea en Baeza por la bula “Altitudo Divine Providentie” del Papa Paulo III una universidad que empieza a funcionar al principio solo como Colegio de Gramática en un pequeño edificio situado en el arranque del actual paseo de las Murallas que actualmente se utiliza como Museo de la ciudad. En el año 1595 la Universidad se traslada al actual edificio de la calle San Juan de Ávila. Bajo la dirección de rectores como Juan de Ávila adquirirá pronto momentos de esplendor, aunque sus inicios no estuvieron exentos de dificultades entre las que cabe destacar el episodio de los Alumbrados que les llevaría a tener problemas con la Inquisición. Durante los siglos XVII y XVIII tendrá momentos de esplendor y grandeza junto con las otras universidades de Andalucía: Sevilla, Granada y Osuna. Fe de ello da el acuerdo de hermanamiento que hace con la Universidad de Salamanca en el año 1667.
El nacimiento del Instituto
Con el siglo XIX llega su decadencia, recibiéndose el primer anuncio de supresión en julio de 1807 y el definitivo por orden de la Real Chancillería de Granada en 1824. Clausurada la Universidad se crea ese mismo año un Colegio de Humanidades que no tarda en desaparecer y tras diversos resurgimientos y cambios de titularidad, finalmente se establece un Instituto Libre de Bachillerato en el año 1868 como centro pedagógico oficial dependiente económicamente del municipio que en 1875 se convierte en Instituto de Segunda Enseñanza. En el año 1910, el Instituto General y Técnico, como ahora será su denominación, queda incorporado económicamente a los Presupuestos generales del Estado e integrado en el Ministerio de Instrucción Pública. De su normal funcionamiento se conservan en la biblioteca minuciosas memorias de los primeros cursos, siendo por aquellos tiempos el único Instituto de la provincia de Jaén junto con el de la capital. El Instituto General y Técnico recogía, por lo tanto, alumnado de una amplia geografía llegando a contar en el primer tercio del siglo XX con unos 1500 alumnos. Entre las asignaturas que se impartían por aquel entonces estaban las de Latín, Castellano, Retórica y Poética, Geografía, Historia de España, Historia Universal, Física, Química, Historia Natural, Agricultura, Francés, Álgebra, Religión, Dibujo Lineal, Gimnasia, Filosofía, Literatura e Inglés, sin olvidar los Principios de Derecho y de Medicina.
En el 1912, siendo director don Leopoldo de Urquia, amigo de la infancia, llega a Baeza, huyendo de la muerte de su esposa en Soria, el poeta don Antonio Machado. Aún se conserva el aula en la que impartió clases de francés hasta 1919. En esta Andalucía alta, que tan “húmeda y fría” le pareció en un principio, ahondó sus raíces filosóficas y escribió parte importante de su obra.
Por las aulas del Instituto Nacional de Bachillerato, como llegara a denominarse después, pasaran también ilustres profesores como: don Jaime Vicens Vives, creador de nuevas concepciones de la Historia, don Francisco Escolano y doña Encarnación Álvarez, quienes contribuirían decisivamente al conocimiento de la historia de la Universidad de Baeza, don José Molina Hipólito, hombre erudito que escribió las dos primeras guías histórico-monumentales de Baeza y Úbeda, don Samuel Gil y Gaya, gramático y miembro de número de la Real Academia, don José Bonilla, don Cipriano Tornero, don Rafael Rodríguez-Moñino y un largo etcétera.
Entre sus alumnos ilustres, destacar sucintamente a don José Yanguas Messías, ministro que fue de Alfonso XIII, don Rafael Laínez Alcalá, escritor y catedrático de la Universidad de Salamanca, don Ramón La Moneda, destacado político de la II República, don Felipe Pita da Veiga, almirante de la Armada, don Baltasar Garzón, destacado juez de la democracia española, etc.
El presente y el futuro
En la actualidad, tras dos ampliaciones sobre el edificio original de la antigua Universidad, una en los años setenta y otra en el dos mil, el Instituto de Enseñanza Secundaria intenta armonizar su legado histórico, su tradición académica, con las necesidades que le demanda la sociedad española actual. Es por ello por lo que su oferta educativa, además de la Secundaria Obligatoria y los Bachilleratos de Ciencias y Tecnología y el de Humanidades y Ciencias Sociales, se ha abierto a dos grandes campos: por un lado, la enseñanza Secundaria de Adultos, y por otro lado, a los Ciclos Formativos: uno de grado medio, “Conducción de actividades físico-deportivas en el medio natural”, y otro de grado superior, “Educación Infantil”. Ambos cuentan con una gran demanda.
Además, el Instituto se encuentra inmerso en diferentes Planes y Proyectos educativos, entre los que cabe destacar: el fomento del Plurilingüismo, la aplicación de las TICs a la práctica docente, Escuelas Deportivas, Lectura y Bibliotecas, Coeducación, Escuela Espacio de Paz, etc. Los idiomas son una de las prioridades en nuestro currículo. En la actualidad realizamos intercambios en francés con alumnado de Nyons e intercambios en inglés con alumnado de Wantage. Además de las instalaciones que todo Centro moderno necesita, como puedan ser las Aulas especificas de Tecnología, Informática, Plástica e Idiomas, pista polideportiva y gimnasio cubierto, el Instituto cuenta con unas dependencias propias de su dilatado historial académico como son: El Paraninfo, el Aula Magna, la Biblioteca, que contiene más de once mil volúmenes, los Archivos, tanto de la antigua universidad como el del Instituto desde su creación, el Aula de Machado, visitada por miles de personas a lo largo del curso y el Museo de Ciencias Naturales, que data de principios del siglo XIX y en el que destaca su colección de fósiles y minerales junto con una nutrida exposición de especies animales disecadas.
Por todo lo anterior, el Instituto ha pertenecido al Programa Rutas de Patrimonio Educativo de Andalucía y pertenece, además, a la red española de Institutos Históricos y a la Red de Institutos Históricos Educativos de Andalucía, entre los que se considera de especial interés, tanto por la Consejería como por el Ministerio de Educación, la conservación, preservación y difusión de su patrimonio, documental, instrumental y bibliográfico. Su vitalidad y su funcionamiento simbolizan el espíritu del Renacimiento en la ciudad de Baeza , declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.